Para el cumpleaños de mi hija Juli hicimos una pequeña ciudad medieval. un festejo temático en el que hubo juegos, músicos y hasta un alquimista. en las próximas entradas les cuento más sobre la ciudad y las cosas que hicimos, pero quiero dedicar esta a un comentario más personal. yo disfruto mucho con estos proyectos; me encanta construir, me encanta planear y armar estos pequeños mundos, me encanta hacer cosas para mi hija y para mis sobrinos y me encanta que ellos disfruten jugando con las cosas que hago. Pero este proyecto tuvo el agregado de que durante el tiempo que duró la construcción (que fue bastante), mi hija jugó, opinó y participó activamente. aunque todavía es chica, tiene mano y le encanta participar, así que fueron muchas tardes de "papi te ayudo?" y pegar papel o pintar juntos, pegar en el piso el "empedrado" autoadhesivo (su favorito) o simplemente tenerla jugando alrededor mientras trabajaba. es una experiencia maravillosa y sin duda lo más gratificante que me da mi "trabajo de tío". lo recomiendo. altamente